Las emociones y los pensamientos tienen una gran influencia sobre nuestras conductas y toma de decisiones. Por ejemplo sentir miedo es completamente usual, ya que es una emoción que nos ayuda a desarrollar un sentido de alerta e impulsa la supervivencia.
Ejemplo: «Hice un buen trabajo hoy, a pesar de los nervios». Este pensamiento refuerza tu autoestima y te anima a seguir esforzándote.
O puedes intentar conectar tus pensamientos con tus valores fundamentales, llegando incluso a agradecer a tu crítico interior que te los haya hecho notar.
El diábrand interno un arma de doble filo que, bien blandida, nos puede ayudar a superar infinidad de situaciones y ayudarnos a vencer.
Es común que aquellas personas que durante su infancia y adolescencia desarrollaran un gran autopercepción de fracaso o mediocridad encuentren más dificultades a la hora de conseguir sus objetivos o sus sueños.
La relación entre nuestros pensamientos y nuestras emociones es fuerte y estrecha: si tenemos pensamientos negativos, sentiremos emociones negativas. Teniendo en cuenta que nuestras emociones impulsan nuestro comportamiento, los pensamientos exagerados o desproporcionados sobre una situación negativa desencadenarán reacciones emocionales intensas que darán lugar a comportamientos inadecuados y desadaptativos.
Una vez reconocidas estas creencias y con la motivación apropiada para cambiarlas, la persona ya puede comenzar a llevar a cabo una serie de buenos hábitos que le impidan recaer en el autosabotaje. Algunos de estos hábitos consisten en:
Un buen more info diáemblem interno es clave para el bienestar emocional. Pensar de manera positiva te ayuda a manejar el estrés, fortalecer tu autoestima y tomar mejores decisiones. Aquí tienes estrategias sencillas para mejorar tu diábrand interno:
Es un autosabotaje porque la forma en que han aprendido a llenar su necesidad de confianza y autoestima es fomentando relaciones que realmente no funcionan pero que les hacen sentirse superiores y seguros.
De adolescente, aprendiste a procrastinar tu trabajo porque eras lo suficientemente inteligente como para hacerlo bien sin mucho estudio de todos modos.
Generalmente los diálogos negativos nos impiden lograr nuestras metas debido a que la atención se concentra principalmente en aquello que observamos como una dificultad. En lugar de concentrarnos en las herramientas asertivas que poseemos para lograrlo.
Intercambia la forma de decir las cosas en tu diálogo negativo por frases más positivas sin desvirtuar el concepto.
Lo que nos decimos y repetimos en nuestra mente puede condicionar nuestra forma de ver el mundo y relacionarnos con él.
Aunque tengas un puñado de saludables almendras al alcance de la mano, sigue doliendo un poco dejar los Doritos.